RELATO MES DE JULIO #ORIGIRETO2020:TRAICIÓN

La luna llena brillaba prestando la luz de sus rayos a las aguas oscuras del amplio mar. El pirata contemplaba desde el barco las centellas que jugaban en las pequeñas olas. Era una noche perfecta. La brisa apenas susurraba y el mar había dejado a un lado sus berrinches para dar paso a la hermosura de su quietud. 

De pronto, el sonido de una canción perturbó el silencio y una cabeza con un largo cabello rojo emergió de las aguas. El pirata se quedó boquiabierto por la repentina aparición, soltando un grito ahogado cuando vio que aquella misteriosa mujer usaba una cola de pez, hermosa y plateada, para nadar elegantemente.

Su pequeño grito hizo que la sirena lo mirase. Era muy bella, y sus ojos de un verde hipnotizador. Ella lo miró con curiosidad y después le sonrió, saludándole tímidamente con una mano de perlada piel. El pirata, embobado, le devolvió el saludo y la sonrisa.

―Nunca había visto un pirata ―reconoció ella emocionada, con voz clara como el agua, mirándole con el mismo asombro con que él la observaba a ella.

―Nunca había visto una sirena ―titubeó él.

―¿Es cierto que vives miles de aventuras?

―Miles ―respondió el pirata―. ¿Es cierto que vives bajo el mar?

―A mucha profundidad ―sonrió divertida―. Aunque en mis aguas no suelo ver piratas. Cuando la luna está llena, su bello brillo me despista y me guía a otros mares. Suele pasar. De voz de otras oí vuestras historias.

―¿Qué historias?

―De piratería. De tesoros. De aventuras.

―¿Quieres oír alguna? ―adivinó el pirata.

―Por supuesto. Tengo que presumir después.

El pirata le contó sus aventuras, añadiendo un toque de fantasía y emoción. Contó una detrás de otra, pues tenía la sensación de que cuando callara, ella se iría y el no quería que eso sucediera.

Sin embargo, el amanecer se avecinaba y avisó de su llegada con tonalidades anaranjadas en el horizonte.

―Debo irme ―anunció ella, sintiéndolo.

―No, espera…No…¿Volveré a verte?

―Si dejas que el brillo de la luna llena te despiste… ―insinuó con una sonrisa traviesa. El pirata también sonrió, la sonrisa de ella lo provocaba―. Nos vemos en la siguiente aventura.

Y antes de que el primer rayo de sol despuntara el día, ella se fue, sumergiéndose en las profundidades del océano.

La sirena había quedado encantada con las historias del pirata. Pensar en la promesa hecha bajo la luz de la luna hacía que su corazón latiera con fuerza. Ansiosa volvió al reino para contarle a sus hermanas todo sobre su encuentro, y cada noche, les narraba alguna de las aventuras del pirata, pues eran éstas las únicas que vivían, ya que solamente Ariel se atrevía a salir del palacio.

Anhelaba volver a ver al pirata, en su barco, con sus historias. La rutinaria vida en el reino la tenía aburrida. Como una princesa de sangre azul, tenía que ser educada, asistir a las reuniones de la corte y poner una sonrisa en su cara, aún cuando no estuviera feliz. Rebelde la llamaban. Era cierto, como su cabello de un rojo ardiente, su espíritu era aventurero y valiente, y el encierro al que estaba sometida en el palacio no le hacía nada bien.

Desde que la bruja del mar había asesinado a sus padres, apoderándose del reino, todo era gris y desolado. Las había “adoptado” a ella y a sus hermanas, queriendo criarlas a su imagen y semejanza. Su plan era elegir una sucesora, por lo que las sometería a una prueba de lealtad que tendría lugar en la próxima luna llena.

Cada una de las princesas debía traerle a la bruja el corazón de la persona que más amaran. Ariel nunca se había enamorado, los únicos tritones que conocía pertenecían a la servidumbre, y a pesar de ser amables y preocupados, ninguno había hecho crecer en ella, la flor del amor. Amaba a sus hermanas, y eso significaría que tendría que matar a una de ellas si quería ser la heredera. Pero ella no tenía tal ambición... solo quería ser libre, y eso sería lo único que pediría cuando una de sus hermanas se sentara en el trono como reina de los siete mares.

Pasaron las semanas y el día de la prueba se acercaba, ninguna de las princesas mencionaba nada al respecto, pero se notaba la inquietud y cada vez actuaban más extraño, en especial Attina. 

Una noche que Ariel se disponía a salir como de costumbre, Attina la siguió. Durante un buen rato fingió no percatarse del seguimiento, pero se acercaba a la entrada de su lugar secreto y no quería que lo descubriera; así que la enfrentó.

―¿Cuánto tiempo más me seguirás Attina? ―anunció ella.

―Pensé que no te habías dado cuenta. Ya veo que solo eran apariencias

―No entiendo para que me vigilas.

―¿Vas en busca de un corazón que presentar en la prueba de madre? ―dijo Attina súbitamente.

―¿Madre? ¿Cómo que madre? Nuestra madre está muerta. No sé a quien te refieres.

―Ella se preocupa por nosotras, nos acogió cuando nos quedamos huérfanas.

―Oh! ¿Y por culpa de quién nos quedamos huérfanas? Lo sabes muy bien Attina. ¡Fue ella quien los mató!

―Padre era déspota y cruel. A pesar de que madre siempre cuidaba que no lo viéramos cuando perdía el control, hubo algunos incidentes que yo presencié cuando tú eras muy pequeña y la bruja invadió el palacio, asesinándolos

―Me sorprendes Attina. No sabía de tu devoción hacia la bruja. Jamás te había escuchado llamarla así. 

―Que puedo decir―dijo despreocupadamente―, se ha ganado mi cariño y mi respeto. La quiero más de lo que quise a nuestros padres. Es inteligente, justa, fuerte y amable (cuando se lo propone).

Ariel escuchaba las palabras de su hermana como si de un desconocido se tratara. Estaba tan absorta en las palabras sin sentido que no se percató de que Attina se iba acercando a ella cada vez más.

―Siempre pensé que crecerías siendo como ella.

―¿Estás loca o qué? ¿Qué te sucede hermana? ―exclamó preocupada― No pareces ser tu misma.

En ese momento Attina se le abalanzó. Había sacado la daga que llevaba oculta en su espalda y la atacó ferozmente.

―Eres su preferida, ¿sabes?―la rabia desbordaba tras cada palabra―. Conoce tu salidas nocturnas, admira tu espíritu rebelde y aventurero. Dice que te pareces a ella cuando tenía tu edad.

Ariel trataba de apartar la daga de su pecho, pero su hermana siempre había sido más fuerte que ella.

―¡Todos siempre te prefieren a ti! Padre, madre, y ahora ella. Yo soy la más inteligente, la más responsable, yo nací para ser reina, pero mientras estés tu cerca, nadie podrá verme, nadie podrá quererme.

Las lágrimas caían por el rostro de Attina mientras acercaba la daga cada vez más al pecho de Ariel. 

―No me malentiendas. Debes saber que te amo, eres mi hermanita, pero en mi existe un sentimiento que es mucho más fuerte que me atormenta día y noche, y no podré hacerlo desaparecer hasta que te mate.

La punta de la daga ya penetraba en la piel de su pecho y la sangre de Ariel, de un color muy parecido al negro, brotaba de la herida punzante. Poco a poco Attina empujaba más y más. Ariel jamás pensó que un dolor semejante pudiera existir. Nunca pensó que Attina se sintiera de esa manera respecto a ella. 

Parecía disfrutar con las historias que ella le contaba, como todas las demás. Si tan solo hubiera visto el cambio en su hermana, la habría ayudado, pero ya no podría. Sus latidos disminuían con cada respiración que daba y en lo único que podía pensar era en lo mucho que le hubiera gustado ver al pirata una vez más, en su barco bajo la luz de la luna, narrándole sus aventuras.

El pirata no tenía como saber que era lo que le había pasado a aquella sirena que lo había hechizado, y desde aquella noche, cada luna llena, la buscaba en el brillo lunar que reflejaba el mar. Buscaba a su sirena provisto de aventuras, de poesía…incluso de canciones. Cantaba para ella, a su belleza, a su misterio, a su promesa de aventura…

Sin embargo, ella nunca volvió.

FIN.

Este relato que acabas de leer está enmarcado en el Reto de Escritura Creativa #OrigiReto2020, y cumple con los siguientes puntos del reto:

·      Objetivo Principal: Cuenta una historia marítima o que involucre un faro.

·      Cuentos y leyendas: La Sirenita
       Criaturas  del camino : Sirenas

·      Objetivos Ocultos: Sangre Azul, una canción  

·      Milpalabristas: 1360

·      Objetivos Anuales: Rosa Insolente (2/3)

Pueden consultar las bases o apuntarse a participar en los siguientes enlaces:  

Blog de Stiby (Sólo un capítulo más)

Blog de KATTY  (La pluma azul de KATTY)

Agradecerles por el tiempo que dedicaron en leer el relato. Cuéntenme en los comentarios que les pareció. Sus impresiones son muy valiosas

Muchos saludos y nos seguimos leyendo!!!