RELATO MES DE MARZO #ORIGIRETO2020: EL ADIVINO

31 de marzo de 2020

Un día apareció en el pueblo un adivino, sin dinero, pidiendo comida a cambio de leer el futuro. A los pocos días, muchos eran los que iban de vez en cuando a dar comida al adivino a cambio de la buena ventura. Curiosamente el futuro que les deparaba, siempre repleto de éxitos, fortuna y gloria era para aquellos que más asiduamente le traían comida y dinero. 

En poco tiempo, se pudo permitir una casa, que cada vez fue más ostentosa, sin embargo, el adivino continuaba con sus pertrechos del mismo día que había llegado al pueblo. En sus inmediaciones fueron apareciendo algunos ídolos y tótem, y la gente empezó a oír un nombre desconocido “Dai-Sha” en las oraciones y predicciones de éste. Pero, algunos hombres del pueblo, descontentos con su fama inmerecida y recelosos de la veracidad de sus promesas, amparados por la noche, decidieron entrar a la casa y raptarlo.

Los hombres cogieron por los lados las sábanas que cubrían su lecho, lo apalearon y lo metieron dentro de un saco. Cruzaron todo el bosque durante la noche y tiraron el saco en un cruce de caminos sin indicaciones. Cuando llegaron a la madrugada al pueblo, se encontraron al adivino sentado encima del saco y sus sábanas. Cuando se le acercaron para comprobar que no era una visión o una treta, éste les sopló unos polvos que les quemaron los ojos. Cuando todo el pueblo hubo salido de sus casas por los gritos que oían, el adivino les indicó en voz alta lo que había sucedido y maldijo a los culpables con predicciones de mala ventura para todo aquel que se acercara a ellos.

Dicho esto, volvió a su casa y allí estuvo recluido todo el día, sin dejar que nadie entrase. De su chimenea, que habitualmente salía humo grisáceo, durante todo el día salió humo negro, expeliendo un olor a ceniza y piel quemada. Ante dichos indicios, la gente del pueblo ajustició a los hombres responsables del rapto, expulsándolos del pueblo, ante los sollozos de sólo algunas de sus mujeres.

A partir de ese día, las predicciones del adivino que siempre se habían encaminado a dar esperanzas de grandeza a pobres campesinos, se tornaron de una exactitud macabra y dadas a la fatalidad. 
Parecía ser que la buena ventura sólo sonreiría a los que habían sido fieles a él desde el inicio. Se desentendía de su implicación en los cambios repentinos de la suerte de la mayoría del pueblo. Ante las incesantes peticiones de la gente con regalos más lujosos, empezó a acceder a interceder con sus oraciones para redirigir la senda del destino hacia el buen camino. Algunas personas se volcaron más en las atenciones hacia el adivino que en sus propios trabajos, hijos, maridos o mujeres.

Y así fue como el adivino se convirtió en una de las figuras más influyentes del pueblo. Hasta el día que llegó la peste. La gente que había empezado a adorar a los dioses del adivino, veían como las personas morían. No acostumbrados a pedir soluciones a corto plazo, ya que el adivino siempre hablaba del futuro, los aldeanos subieron ellos mismos el precio para que hablase con los dioses, le prometieron casas nuevas, joyas e incluso pasar la noche con mujeres jóvenes, a cambio de salvar sus vidas y las de su familia. Algunos pedían que se llevasen la vida de sus vecinos si hacían falta almas en compensación.

El adivino se encerró en su casa y no respondió ni recibió a ninguna persona que llamase, Empezó a llover de manera torrencial, tomándolo el pueblo como un mal augurio, ya no salía ningún tipo de humo de la chimenea del adivino. Algunos empezaron a desconfiar, pues lo veían como un mal augurio, entraron en su casa y lo encontraron muerto por la peste en su interior. Muchos entraron en pánico, pues si ni el propio adivino se había podido salvar, nadie podría hacerlo. Pero una mujer descubrió el engaño, y vio que el cadáver que ocupaba el lecho del adivino era de un hombre del pueblo que había sido enterrado días antes, aunque el parecido con éste era parcial y los ropajes le daban más credibilidad, lo reconoció por una cicatriz de caza que tenía en el pecho, pues había yacido con él hacía años cuando buscaba marido.

La muchedumbre iracunda buscó por todo el pueblo, el bosque y cualquier sitio donde se podría haber escondido. Finalmente, lo encontraron refugiado, en una humilde cabaña, cruzando el río, habitada por padre madre y dos niños. Al irrumpir los habitantes, el padre de manera instintiva y protectora grito a la madre –Lleva a Hansel y a Gretel dentro por favor, no quiero les suceda lo mismo que con la bruja–. La madre hizo lo requerido por el padre y cerrando la puerta de la pieza quedaron totalmente abstraídos de la situación acaecida en la entrada.

Lo sacaron a rastras de la pequeña cabaña, y el adivino al ver que el instinto repentino de la masa, les incitaba a molerle a palos, empezó a increparles en un lenguaje desconocido que nunca habían oído y les lanzó polvos de sus bolsillos que, por efecto de la lluvia, no llegaron a los rostros de ninguno de los presentes. Algunos dudaron más por miedo que por respeto, pero otros que habían prometido regalos por salvar a gente que había acabado muerta, no dudaron y lo golpearon hasta la saciedad. Le ataron las manos y lo llevaron hacia el pueblo mientras gritaba por el dolor de sus magulladuras.
Se decidió por mayoría que el adivino, por su negligencia en momentos de necesidad del pueblo, debía ser ajusticiado con la pena de muerte. Lo metieron dentro de un saco junto con sus ídolos, fetiches y lo rociaron con sus ungüentos y aceites con los que realizaba sus ceremoniales de ocultismo. Lo llevaron hasta el acantilado y lo lanzaron contra el arrecife. Las oleadas engulleron el saco y arrojaron seguidamente en una mezcla de arena, todas sus pertenencias, fueran abalorios o joyas regaladas por gente del pueblo.

A la mañana siguiente, unos niños regresaron con el saco que habían encontrado en la playa, pero dijeron que no habían visto ningún rastro del cuerpo del adivino. Normalmente, el mar engullía todo lo que le tiraran en día de tormenta y no devolvía nada a su costa. Todo el pueblo pasó varios días más atemorizado por el regreso de un colérico adivino o por la muerte de un ser querido a manos de la peste. Al cabo de pocos días, el miedo a ambas cosas fue menguando, la gente ya no enfermaba y la muerte o el escarmiento del adivino era más cierto en sus cabezas. Con el tiempo, volvieron a mirarse a los ojos y no a sus manos, a mirar hacia el presente más que en el futuro, y a ver la esperanza en los ojos de los niños que en las grandilocuentes y falsas promesas de un adivino.

Lejos, muy lejos de allí, un día apareció por arte de magia, en otro pueblo un adivino. Éste  parecía magullado y no tenía dinero, por lo que pedía comida a cambio de leer la buenaventura a aquellos de buen  que se compadecieran de él.

                                                                                                 FIN.



Este relato que acabas de leer está enmarcado en el Reto de Escritura Creativa #OrigiReto2020,  y cumple con los siguientes puntos del reto.

•    Objetivo Principal: Cuenta un relato en el que la magia tenga un papel importante

•    Cuentos y leyendas: Hansel y Gretel
•    Criaturas del camino: Demonio (Dai- Sha) De acuerdo a San Agustín los demonios pueden conocer y predecir. Fuente: https://www.augustinus.it/spagnolo/potere_divinatorio/index2.htm.
•    Objetos Ocultos: Magia, Arena
•    Milpalabristas: 1206

Pueden consultar las bases o apuntarse a participar en los siguientes enlaces: 


                                                 Blog de Stiby (Sólo un capítulo más)
                                                 Blog de KATTY (La pluma azul de KATTY).

Agradecerles por el tiempo que dedicaron en leer el relato. Cuéntenme en los comentarios que les pareció. Sus impresiones son muy valiosas

Muchos saludos y nos seguimos leyendo!!!

7 comentarios:

  1. Hola.

    Tu relato me ha parecido curioso desde que he empezado a leer, no sé por qué, y me ha gustado. Eso sí, no me esperaba para nada la referencia a Hansel y Gretel.
    Un pequeño error que he visto es: "Cuando todo el pueblo hubo salido de sus casas", creo que suena raro y quedaría mejor "había". También me esperaba algún diálogo entre el adivino y algún personaje random, pero así ya me ha gustado.

    Sigue así.
    Saludos,

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    1. Muchísimas gracias por tu comentario!!! Me llena de aprendizaje para seguir mejorando, corregiré lo que me señalas

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  2. ¡Hooooooolaaaaaaaaaa, Dani!

    No había podido leerte antes. Es una pena, porque me ha gustado muchísimo tu forma de escribir.

    El aire del cuento lo vi conseguiste totalmente. Pese a que todo el relato fue narrativa no lo sentí pesado o fastidiosa; conseguiste que más de mil palabras sin intervenciones de diálogos me las leyese rapidísimo y sin cansarme. Eso sí, me gustó el espacio que le diste al adivino cuando manda a su familia a esconderse. GRACIAS por dejar en paz a los pequeños Hansel y Gretel, realmente me hubiese dejado mal cuerpo si el pueblo les hubiese hecho algo. La historia del adivino en sí es curiosa. Las últimas líneas dejan entrever que el modus operandi del adivino es ir de pueblo en pueblo ofreciendo sus servicios y si algo sale mal largarse. 10 puntos a ti por hacer al adivino un mago. Porque sí, creo que es un mago. Lo sé, baby, me lo dicen mis chapitas.

    La parte del padre, madre y los hijos me confundió un poco; o sea, entendí que el padre era el adivino pero está redactado de una forma confusa. Es la única falla junto a que puntuaste la orden del adivino como un diálogo, pero lo colocaste esa intervención en un párrafo aparte.

    ¡Qué la Gran Diosa Gamba Cósmica Intergaláctica te bendiga con mucha inspiración! 🙌🏼

    Carly.

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    1. Muchísimas gracias Carly por tu comentario!!! Corregiré lo que me señalas y que buena interpretación le diste a lo del padre, madre e hijos, sirve par otro relato!!!

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  3. ¡Hola!

    Mira, me ha encantado la narración. Consigues que parezca un cuento a la perfección y no se hace pesado en ningún momento ni lento de leer a pesar de que no haya diálogos. Lo de los dioses, la magia, las advertencias de no molestar al adivino porque todo podría torcerse... Me recuerda a los cuentos en los que se advierte a los niños que tengan cuidado con lo que hacen si no quieren consecuencias negativas.

    También me ha gustado lo casual que queda la referencia a Hansel y Gretel, no me lo esperaba. Por mi parte te llevas una gamba enorme, enhorabuena por el relato.

    Tengo una duda sobre el final: ¿el adivino que aparece en el nuevo pueblo es el mismo al que tiraron por el acantilado? Supongo que sí, porque nunca llegaron a encontrar su cadáver en el mar.

    Muy buen relato, un saludo :)

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  4. Muchas gracias por comentario!!! Y si le has apuntado al final... Un abrazo!

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  5. Me ha encantado tu relato. Me gusta mucho tu manera de escribir que recuerda tanto a las fábulas clásicas.
    Leyendo tu relato me ha venido a la mente amigas mías que me piden con desesperación que les les las cartas aunque yo les diga que no deben creer en esas cosas, que solo las leo por diversión.
    Saludos y deseando que publiques más para leerte.

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